Si eres inquilino o has invertido en una propiedad para arrendar, necesitas contar con ciertas garantías. Una de ellas es el seguro de arrendamiento. Este instrumento te dará la tranquilidad de estar cubierto frente a situaciones imprevistas.
Este seguro consiste en una póliza que ofrece respaldo, a las partes involucradas, frente a diversos problemas como incumplimiento de pago de la renta, daños al inmueble o gastos imprevistos por mantenimiento.
¿Cómo contratar un seguro de arrendamiento?
En el contrato de arrendamiento, las partes interesadas pueden acordar pagar el seguro entre ambas. Sin embargo, generalmente el propietario se ocupa de este gasto. Este seguro se contrata a través de una compañía aseguradora presentando los papeles que acrediten la titularidad del inmueble.
Para tener derecho al cobro del seguro, el propietario debe estar al día con las cuotas mensuales. La póliza cuesta, en promedio, el 50 % del canon de arrendamiento. Además, puede incluir o no la cuota de administración.
¿Cuáles son las ventajas de contratar un seguro de arrendamiento?
- Cubre gastos de mantenimiento
- Paga el arriendo y los servicios en caso de incumplimiento
- El seguro de arrendamiento ofrece asistencia domiciliaria para reparaciones
- Incluye las cuotas de administración
- Se ocupa de posibles gastos jurídicos
Sin duda, debemos considerar al seguro de arrendamiento no como un gasto, sino como una inversión. No importa si eres inquilino de un inmueble o su propietario: tenlo en cuenta como una garantía para ambas partes.
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